Cultivador plano arrastrado Cobra-2TX

El control de profundidad del Cobra tiene lugar a través de los rodillos de arrastre y de las grandes ruedas de apoyo. Para mejorar la adaptación al relieve del terreno, están integradas en el segmento de púas. A fin de que la relación entre las ruedas de apoyo y el rodillo de arrastre sea siempre exactamente el mismo, en este punto hay montada una barra de acoplamiento que une los componentes mecánicamente.

En caso de trabajar sin rodillo de arrastre, el control de profundidad se lleva a cabo, además de con las ruedas de apoyo delanteras, a través de las ruedas de transporte. La particularidad aquí reside en que, detrás de las ruedas de transporte, hay montadas púas que vuelven a descompactar la huella del tren de rodaje. Al trabajar con rodillos de arrastre, el tren de rodaje está completamente elevado.

Gracias al rodillo de arrastre guiado mediante paralelograma, se genera una presión constante sobre el suelo, también cuando hay montados rodillos dobles. Puesto que la unidad de aplanado está conectada directamente con el rodillo, tampoco aquí es preciso efectuar una adaptación laboriosa tras el ajuste de la profundidad de trabajo.

Una barra de acoplamiento entre los elementos de guiado en profundidad procuran un ajuste uniforme en la parte delantera y trasera de la máquina. La profundidad de trabajo pueden ajustarse progresivamente desde la cabina del tractor de forma que pueda reaccionarse individualmente a las condiciones cambiantes dentro del campo. Una escala de fácil lectura favorece la orientación del conductor. Como alternativa, el ajuste de la profundidad de trabajo puede llevarse a cabo también mecánicamente. Para ello, en las ruedas de apoyo hay montado un husillo respectivamente.