Para la siembra inteligente
Con el lanzamiento del cultivador plano Cobra, AMAZONE pone a disposición una nueva máquina caracterizada, sobre todo, por su uso universal. El Cobra no solo es apto para el control mecánico de malas hierbas —su principal tarea—, sino que puede emplearse durante todo el año en la explotación. Demuestra su poderío en el cultivo del rastrojo de poca profundidad, además de durante el segundo o tercer paso de procesamiento más profundo, el labrado de cultivos intermedios y, también, la preparación del lecho de siembra.
Gracias a la gran selección de diferentes herramientas delanteras, variantes de púas y rodillos de arrastre o rastras, el Cobra ofrece la combinación de herramientas adecuada para cualquier ubicación y cualquier sistema de cultivo.
Sus ventajas:
- Máquina de uso versátil en el laboreo del suelo
- Posibilidad de configuración individual
- Vida útil prolongada gracias a la estructura robusta
El objetivo del labrado de cultivos intermedios, por ejemplo, en primavera antes de la siembra de maíz, es concluir el crecimiento de las plantas y, al mismo tiempo, favorecer la descomposición del cultivo intermedio. Gracias al rodillo de cuchillas opcional, el Cobra es capaz de ello a la perfección. El rodillo presenta una disposición en V de las cuchillas que impide la tracción lateral. Es posible dar la vuelta a las cuchillas, lo que reduce a la mitad los costes de desgaste haciendo que el Cobra resulte más económico aún. Las rejas de punta de lanza de corte en toda la superficie procuran asimismo un corte limpio y una excelente mezcla del suelo y del material orgánico.
Para lograr un buen resultado durante el cultivo del rastrojo a poca profundidad, también es sumamente importante un corte en toda la superficie y, con ello, un recorte integral de los rastrojos o de las malas hierbas. Para este paso de trabajo, AMAZONE ofrece diferentes rejas de punta de lanza con un ancho de 220 mm de modo que, con una distancia entre líneas de 13,3 cm, esté garantizado un solapamiento suficiente de las rejas en todo tipo de condiciones. La gran selección de rodillos de arrastre permite recompactar el suelo a la perfección para fomentar la germinación del cereal caído.
El segundo paso de procesamiento tiene como objetivo combatir las malas hierbas acumuladas. Debido a las resistencias en aumento y a la reducción de los productos fitosanitarios, el control mecánico de las malas hierbas en el segundo paso de trabajo es cada vez mayor. Las rejas de punta de lanza cortan las malas hierbas en toda la superficie. Gracias a la posibilidad de equipamiento de la rastra doble como alternativa al rodillo de arrastre, la rastra peina las malas hierbas sin una recompactación adicional. De este modo, las malas hierbas, y también el cereal caído, quedan en la superficie del suelo y mueren.
El lecho de siembra sienta la base para la germinación. Mediante la vibración de la púa con suspensión de ballesta ECO se genera una gran proporción de tierra fina. Esto genera condiciones de germinación óptimas para la siembra posterior. Gracias a la unidad de aplanado opcional delante del rodillo de arrastre, el campo se aplana y recompacta a la perfección.