La rastra doble con puntas de la reja en punta de lanza representa una combinación ideal para el laboreo mecánico y poco profundo del suelo. Las incrustaciones de la superficie de 1 a 2 cm, por ejemplo después de la lluvia, se deshacen, lo que favorece la aireación. La higiene del campo mejora, ya que la rastra doble extrae hacia arriba y de forma precisa las malas hierbas, que luego se secan en la superficie. Esto minimiza el impacto en el crecimiento de las plantas y reduce el uso de productos fitosanitarios.
Por qué del trabajo superficial
- El suelo se descompacta cerca de la superficie, lo que aumenta la ventilación y el crecimiento de las raíces en el suelo
- Se favorece la mayor actividad de los microorganismos, con lo que se movilizan los nutrientes
- Minimización de la evaporación del agua del suelo