Tener éxito como agricultor o contratista agrícola resulta cada vez más difícil: cambio climático, escasez de agua, costes de los medios de producción, falta de mano de obra cualificada y normas medioambientales rigurosas. La planificación agrícola adaptada además de unas máquinas agrícolas de alto rendimiento son aquí de suma importancia para, pese a todas las dificultades, producir alimentos asequibles en una buena calidad y cantidad.
Un margen de tiempo para la siembra cada vez más limitado exige un gran rendimiento y la combinación de operaciones de trabajo y máxima precisión para colocar la semilla en el momento perfecto exactamente a la profundidad adecuada. De este modo se garantiza un crecimiento de las plantas uniforme y sin espacios, en particular en la siembra monograno, p. ej., de maíz, girasol, colza y otros cultivos.
A pesar de todo, las temperaturas extremas y la sequía pueden poner en riesgo en todo momento el cultivo y una buena cosecha. Aquí puede ser de ayuda un mejor aprovechamiento del subsuelo llevando las raíces jóvenes a mayor profundidad mediante una fertilización bajo las raíces adaptada. La colocación precisa del abono a la profundidad adecuada por debajo o junto a la semilla ahorra también abono y aumenta y prolonga la disponibilidad de los nutrientes, ya que una humedad del suelo mayor permite una mejor movilización de los nutrientes a largo plazo, en especial al utilizar abonos fosfatados. De este modo también pueden mantenerse saldos de nutrientes ajustados, a la vez que aumentan las cosechas.
El objetivo de la siembra monograno en grandes explotaciones y realizada por contratistas agrícolas es hacer un uso eficiente, y que aumente las cosechas, de menos medios de producción en el momento adecuado. Y ese es precisamente el propósito por el que AMAZONE ha desarrollado la sembradora monograno arrastrada Precea-TCC en los anchos de trabajo de 6, 9 y 12 m: Precea 6000, 9000 y 12000-TCC.