¿Por qué un cultivador plano?
Las labores del suelo poco profundas son cada vez más importantes debido a las crecientes exigencias de higiene del campo y al uso más cuidadoso del agua del suelo. Por un lado, no deben esparcirse semillas de malas hierbas ni cereal caído; por otro, deben cortarse completamente las raíces. El corte superficial y en toda la superficie no solo combate las malas hierbas, sino que también interrumpe la capilaridad cerca de la superficie. Esto permite almacenar la valiosa agua del suelo para los cultivos siguientes.
El Cobra no solo es apto para el control mecánico de malas hierbas, sino que puede emplearse durante todo el año en la explotación. Se mueve con facilidad y, por lo tanto, ahorra combustible durante el cultivo del rastrojo poco profundo, la segunda o tercera pasada de cultivo más profundo, los cultivos intercalados y también durante la preparación del lecho de siembra.
Púas con suspensión de ballesta ECO
Mediante la vibración de la púa con suspensión de ballesta ECO se genera una gran proporción de tierra fina. Esto permite condiciones de germinación óptimas, de modo que se produce un muy buen crecimiento del cereal caído y las semillas de malas hierbas que pueden combatirse mecánicamente en el siguiente paso de procesamiento. La elevada proporción de tierra fina influye también positivamente en la preparación del lecho de siembra.
Control de profundidad preciso
El control exacto de la profundidad del Cobra tiene lugar a través de los rodillos de arrastre y de las grandes ruedas de apoyo. Para mejorar la adaptación al relieve del terreno, están integradas en el segmento de púas. En caso de trabajar sin rodillo de arrastre solo con rastra doble, el control de profundidad se lleva a cabo, además de con las ruedas de apoyo delanteras, a través de las ruedas de transporte.